Si alguna vez has pasado por delante de un estudio de yoga relativamente grande, te habrás dado cuenta de que una gran variedad de clases en el horario: hatha, vinyasa, power, prenatal, yin, rocket, jivamukti, ashtanga, prenatal, restaurativo, Iyengar, etc. Primero de todo: no te abrumes. Cuando hay una carta tan amplia, tienes la posibilidad de encontrar aquello que se adapta más a ti, lo que te gusta y a tus necesidades.


Busco algo exigente y retador: rocket, ashtanga y power

Sin duda estos estilos son de los más rítmicos y exigentes. En ellos se realizan múltiples asanas y, en algunos casos (rocket y power), te puedes encontrar ejercicios de fuerza que te parecerán imposibles en tu primera clase. El ashtanga sigue una misma secuencia. Si buscas clases más variadas, el rocket y el power pueden ajustarse más a lo que buscas.


Me gustan los movimientos fluidos y dinámicos: vinyasa, jivamukti

Suena una canción que te gusta y tu cuerpo empieza a seguir su ritmo inevitablemente. Si eres una de estas personas, el vinyasa te encantará. Realizas movimientos fluidos de una postura a otra acompañado de música. El vinyasa se caracteriza por su creatividad: no hay dos clases iguales. La intensidad dependerá mucho del profesor (podría estar junto al rocket y el power). Si además disfrutas de cantar, el jivamukti es para ti. Normalmente, al comienzo de la clase se pone una intención y se canta un mantra relacionado con ella.


Quiero una práctica suave donde poder relajarme y estirar: yin y restaurativo

Ya haces entrenos intensos o simplemente buscas una clase donde poder relajarte, estirar bien, y cuidarte. El yin y el restaurativo se convertirán en parte de tu rutina semanal. Están muy indicados para mejorar la recuperación de los tejidos en deportistas. También es ideal para aquellas personas que quieren mejorar su rango de movimiento a través de posturas que se sostienen entre 3-5 minutos. Saldrás muy relajado.

Estoy embarazada y quiero cuidarme: prenatal

Efectivamente, el yoga prenatal es la mejor clase para ti. Trabajarás la movilidad y crearás conexión con tu cuerpo, además de realizar una práctica en la que unirás movimiento y respiración (¡esencial para el parto!). Fuera de clase, es una fantástica oportunidad para conectar con mujeres que están en la misma fase vital que tú.


Soy fan de la técnica y me gusta conocer las posturas a fondo: Iyengar, Hatha

Si vamos a lo más "purista": Iyengar. Son clases donde se busca el alineamiento de la postura utilizando bloques, mantas, sillas y cintas. Se considera muy terapéutico y son clases en las que asentarás muy buenas bases (se hacen muy pocas posturas por sesión, profundizando en cada una). Si quieres algo más dinámico, el Hatha puede ser una buena opción. Es más tranquilo que un vinyasa y explorarás varias posturas en una misma clase.


Espero que estas ideas te ayuden a elegir (o probar) el yoga que mejor se adapta a ti.

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