Mi historia
Estaba físicamente mal cada semana durante mi último año de instituto. Aunque durante la universidad y durante el doctorado mejoró, muchas veces la ansiedad se hacía conmigo. En mis diecimuchos estaba débil: mis uñas se rompían y mi piel y pelo estaban secos y sufría ataques de pánico. En el fondo, yo quería estar sana y sentirme en paz: disfrutar de una digestión buena, un cuerpo fuerte, y una mente clara. Pero no encontraba la forma de hacero; carecía de las herramientas para estar tranquila y desenvolverme en el día a día. Me tomaba todo demasiado en serio.
Tuve mis subidas y bajadas, hasta que a los 20, fui a estudiar tercero de carrera a San Diego donde entré por primera vez escuché (en una clase de yoga): "quédate hasta donde estés cómodo", "no importa si te caes", "respeta donde está tu cuerpo hoy". Eran ideas muy diferentes a mi forma de pensar en atletismo y durante mis estudios de física, donde todo tenía que ser al máximo rendimiento y esfuerzo. Era como si la competitividad fuese mi droga. Más tarde durante el doctorado, me encontraba en un ambiente competitivo y lleno de presión. El entorno no ayudaba: mi valía era cuestionada y esto afectaba a mi confianza en mí misma. Fue maravilloso cuando empecé a dejarlo ir. A respirarlo. A decir “fuck it”: estoy haciendo lo mejor que sé y eso es lo que me importa a mí. Todo lo demás, no aportaba nada positivo a mi vida.
Por supuesto, nada de esto ocurrió en un día. Continua siendo algo en lo que trabajo a través del yoga, la meditación y de comer saludablemente. "Está bien" si mi examen o mi experimento no ha ido tan bien como me gustaría; he dado todo de mí y me siento bien con el resultado, sea lo que sea. "Está bien" si la situación no es como me la esperaba. Yo estoy bien. Este tipo de pensamientos me han ayudado en momentos díficles en el laboratorio, durante la escritura de la tesis, y en un divorcio hace unos años (y en cualquier otro momento bajo de la vida). Sin duda, el yoga y la meditación me permitieron encontrar la valentía, recuperar la confianza en mí misma, y la fuerza para abrir el corazón de nuevo antes de lo que me esperaba (puedes leer más sobre ello aquí).
Creo que cada oportunidad y experiencia está para aprender, no para ahogarse en ella. Cada persona en mi camino está ahí para enseñarme algo; muchas veces el "problema" es cómo veo yo la situación, no la situación en sí misma. Es la percepción la que crea estrés, enfado, o tristeza y puedo cambiarla para sentir paz, alegría, y felicidad. ¿Lo mejor de todo? Me siento afortunada y agradecida por todas mis experiencias porque me han permitido dar forma a mi vida actual.
Uno de mis mantras favoritos es: Soy fuerte. Soy radiante. Soy más que suficiente. Pido lo que necesito con cariño y amabilidad. Durante varios meses lo tuve escrito en la puerta de mi habitación antes de salir para empezar el día con confianza.
¿Y tú? ¿Sientes que la competitividad conduce tu vida? ¿Te enfadas o entristeces cuando las cosas no salen como quieres? ¿Sientes que hagas lo que hagas nunca es suficiente? Te lo diré: TÚ ERES LO MÁS IMPORTANTE EN TU VIDA. Ni tus estudios, ni tu trabajo, ni tu sueldo, ni tus relaciones, ni tu hogar, ni tu familia, ni tu coche... TÚ. Cuídate, quiérete, mímate. Pon freno a que el mundo exterior lleve el timón de tu vida y comienza a vivir "living la vida yoga" ;)
My story
I suffered acid reflux every week during my senior year in high school. Although it got better during college and during my PhD, in the end anxiety often took over. During my late teens I felt weak: my nails would chip, my skin and hair was dry, and I would have panic attacks every now and then. Deep down, all I wanted was to feel healthy and at peace: no more heart burns, a strong body, and a clear and peaceful mind.
I had my ups and downs until at 20, until I went to study abroad to San Diego, where I walked into my first yoga class: "stay were you are comfortable", "it's ok to fall", "respect your body, respect where you are today". This was a very different speach from my normal attitude during the years in competing in track and field or in my Physics undergrad studies—everything had to be completed to the maximum effort and performance. In a way, it was like competitiveness was my drug. Later on in my PhD, I was in a very competitive environment full of pressure. It didn’t help. My worth and capabilities where questioned, and this affected my self-confidence. It was wonderful when I started to let it go and decided to say “fuck it”. I was doing the best I could and I couldn’t ask more from myself. This was what as important for me. Everything else that was not positive, I decided to ignore it.
Of course, change didn't happen in a day. It was (and is always) a work in progress. Through yoga, meditation, and healthy eating I found (and find) my balance. "It's ok" if an exam or an experiment didn't go so well. I tried my best and I am at peace with the outcome. "It's ok" if this is not how I pictured it, I am ok. This thought pattern has helped me in my down times in the laboratory and while writing my PhD dissertation, as well as during my divorce a few years back (and every other down period in life). Without doubt, yoga and meditation helped me to find courage, to rebuild my confidence, and helped me be to be open to love again, sooner than I expected (you can read about it here).
In the end, every opportunity makes us learn, we shouldn’t drown in it. I try (although it is often difficult) to see that every person and experience in my path is here to teach me something. Most times, it is how I view the situation—not the situation itself—that creates stress, anger, or sadness. Today I feel gratitude towards everything: it has shaped who I am now.
One of my favorite mantras is: I am strong. I am radiant. I am more than enought. I ask for what I need with love and kindness. I used to have this written on piece of paper on my door so I would read it everyday before I went outside to start (and rock!) my day.
So… I ask you: does competitiveness drive your life? Do you feel like what you do is never enough and it is not satisfying?
REMINDER: You are the most important thing in your life: not your work, not your salary, not your relationships, not your house, not your car. YOU. Stop allowing what is outside to drive your life and start "living la vida yoga" ;)